Joshua Wong
Joshua
Wong (Hong Kong británico, 13 de octubre de
1996) es un activista estudiantil de Hong Kong fundador del movimiento
Escolarismo (Scholarism), formado por estudiantes de educación secundaria y de universidad.
Un poco de su historia
Wong fue
criado en una familia de clase media. Sus padres le inculcaron la religión protestante. Su padre, estaba interesado en predicar el
Evangelio a gente más pobre de Hong Kong, por
lo cual, solía llevar a Joshua a visitar
zonas marginadas del país, lo que infundió en él un interés por las personas menos Activismo en 2011
Activismo en 2011
Joshua se
empezó su activismo político en 2011. Al año siguiente, cuando con sólo 15 años, comenzó a ser conocido por encabezar el movimiento de oposición al proyecto del gobierno chino de introducir en las escuelas de
Hong Kong una asignatura obligatoria llamada Educación Moral y Nacional que pretendía adoctrinar a los estudiantes con una ideología que alababa el comunismo y el nacionalismo del gobierno
Activismo
en 2014
En
septiembre de 2014 encabezó una nueva protesta de los
estudiantes contra la reforma electoral aprobada por el gobierno de China y
dada a conocer el 31 de agosto según la cual los votantes en
las elecciones de Hong-Kong previstas para 2017 sólo podrán escoger entre una terna
de candidatos «patriotas» seleccionados previamente por un comité controlado por el Partido Comunista de China.
Algunos
medios le han llamado el «heredero de Tiananmen» en referencia a la protesta de 1989. Joshua ha aparecido en la
portada de la revista Time donde fue llamado "la voz de una generación", ha sido listado entre los adolescentes más influyentes del 2014, y la revista Fortune lo listó entre los 50 líderes más grandes del mundo en el 2015.
Según Isidre Amorós, corresponsal en Pekín del diario español La Vanguardia, Wong «se ha convertido en una pesadilla para las autoridades de China y
de Hong Kong». Ha publicado un libro
titulado No soy un héroe.
Revolución de los paraguas
Los
paraguas, los listones amarillos, los códigos con números y los cables telefónicos enredados son los signos característicos de las dramáticas protestas que se han
desarrollado bajo el espectacular paisaje urbano de Hong Kong.
Los
sitios de las protestas están notablemente ordenados,
bien organizados y limpios. Los voluntarios reparten agua embotellada sin
costo, bocadillos, toallas y medicamentos. Se entregan plátanos, barras de pan o galletas saladas.
Los
manifestantes llevan carritos llenos con bolsas de abarrotes que se reparten
sin costo a quienquiera que los necesite.
La basura
se separa en tres montones para reciclar: plástico, papel y desechos orgánicos. Los voluntarios patrullan con bolsas de plástico para recoger la basura.
Liz Villar Cantero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario